He vuelto a las andanzas de los primeros años en Oviedo
de las espichas,de salir un día y otro también,
de las resacas,de dormir hasta las 6 de la tarde,
de las lagunas del día anterior,de las risas descontroladas,
del alcohol, de las fotos con la lengua fuera,
y lo mejor de todo es que
siempre son la misma gente
y el mismo lugar.
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