miércoles, 8 de septiembre de 2010

Zumo de fresa


A las 8:00 de la mañana Alex se levantó de la cama y fue derecha al baño a lavarse los dientes, como todas las mañanas. Esa mañana estaba contenta y tarareaba una canción mientras cogía del armario cualquier cosa para vestirse. “Habré soñado algo bonito” pensó para si misma. Se hizo la coleta sin ni siquiera mirarse al espejo, cogió la mochila y se fue a la cocina a por su zumo de fresa. Le encantaba el contraste del sabor de su pasta de dientes de menta con el del zumo.
Salió por la puerta diciendo adiós. Vivía sola, pero le gustaba despedirse de las cosas, no sólo de las personas.
Caminó hacia la parada del bus intentando recordar porque estaba tan contenta esa mañana, intentando acordarse de qué o con quién había soñado, pero realmente no recordaba absolutamente nada.
Sentada ya en la parada observaba al chico que desde hacia tres meses la acompañaba todos los días mientras esperaba el bus. El chico le caía bien, aunque nunca habían cruzado palabra. Pero tenía una chapita de Janis Joplin y además unos cordones verdes chillones y para ella alguien con esos complementos no podía ser mala persona.
El bus llegaba tarde para no variar y el chico de los cordones chillones no hacia más que mirarla y nunca había hecho eso. Hasta hubo un par de veces que juraría haber visto como sus labios se disponían a hablarla. Serían imaginaciones suyas.
Continuará...

1 comentario:

Solo.mi.yo dijo...

Será que cuando nos levantamos contentos sin saber muy bien el porqué. Es porque hemos soñado cosas bonitas...? La verdad, nunca lo había visto así, pero me lo empezaré a plantear de esta manera a partir de ahora.
P.D: Tan solo espero que no sean imaginaciones suyas. Así tendrá, tal vez, otra razón por la cual estar así de alegre

Pasare a comprobarlo... :)